miércoles, 14 de mayo de 2014

Esos momentos incómodos a la hora de escribir

Hola a todos!

Hoy en el blog vengo a hablar un poco de esta afición que tanto me gusta... ¡La escritura! Llevo a mis espaldas varias novelas escritas, y por lo tanto experiencias con ellas. 
Como sabrán aquellos que escriben, el proceso de creación de una novela es un camino difícil, con muchas barreras, problemas que se deben solucionar, escritura que no gusta... todos lo hemos vivido y no hay forma de evitarlo, eso está claro :D

Por eso hoy os quiero hablar de cuáles son esas escenas o momentos en un libro que, como escritor, me cuesta escribir. Cada uno tendrá el suyo, claro está, pero seguro que algunos compartimos


ESE MOMENTO EN EL QUE TIENES QUE ESCRIBIR UNA ESCENA DE SEXO... y no quieres que sea ni soez ni demasiado "repipi". 
Lo admito ahora y seguramente lo admitiré en un futuro: soy incapaz de escribir una maldita escena de sexo decente. Mis libros no van de esa temática, por lo que cuando mis personajes tienen relaciones sexuales apenas me gusta hacerlo explícito. Es el típico momento en el que empiezas a poner esas metáforas de sexo como "sus cuerpos desnudos" o "disfrutaron el uno del otro...". Claro, luego lo leo y me quedo con una cara de

 (Cosa que me pasó en Memorias de Idhún, que no me enteré de la práctica sexual hasta que lo leí varias veces :D)
Aunque esto es tan sólo una cara de la moneda: luego puedes coger el diccionario de sinónimos y comenzar a describir detalladamente la práctica sexual, o directamente ir a las palabras conocidas "Quién lea juego de tronos sabrá a lo que me refiero". Aún así es un momento de escritura que intento mejorar... podrían hacer cursos sobre cómo aprender a describir una escena sexual sin meter a Grey de por medio ;) 

ESE MOMENTO EN EL QUE TIENES QUE MATAR A UN PERSONAJE... pero te da pena. 
No te ponen ojos de gatito ni nada por el estilo, pero seguramente todos lo hemos vivido: estamos con los dedos sobre las teclas, preparados para dar esa muerte ya pensada a nuestro personaje... pero éste se resiste. Te encuentras escribiendo que al final se ha salvado y te preguntas qué disociación has tenido con tu "yo cacho de pan", el cual le ha permitido vivir. En ese momento lo mejor es no mirar a la pantalla y escribir rápido (no, es broma, pero si veis que no podéis será mejor hacerlo)


ESE MOMENTO EN EL QUE TU PERSONAJE TIENE LIBRE ALBEDRÍO y te cambia los planes
Me suele pasar muy a menudo, y seguramente a aquellos que planifican la novela a la hora de escribirla también les pase: eres feliz con tu novela, conociendo los puntos importantes que va a tener. Escribes, creas a tus personajes, y llegan esos puntos que tan bien conoces y que sabes perfectamente lo que va a pasar... y en ese momento te das cuenta de que el momento, tu personaje, o lo que sea no quiere seguir el camino que tú le habías marcado. Te encuentras delante de la pantalla del ordenador diciendo "Vamos a ver, si tú tienes que ir por la derecha, pero es que... vamos, que quieres ir por la izquierda". Comienzas a actuar casi de padre, intentando convencer(te) de que lo mejor es el camino que ya habías elegido, pero la novela te está pidiendo (mejor dicho, gritando) que no, que la cambies, que la dejes a su ritmo... Consejo: lo mejor es dejar a la novela libre, ya que da los mejores resultados :D


ESE MOMENTO EN EL QUE TIENES QUE TERMINAR LA NOVELA... y no tienes pañuelos cerca. 
Después del proceso de escritura, de ese largo camino donde la historia toma el control, donde te deshaces de esos personajes que deben morir, donde por fin consigues escribir correctamente relaciones sexuales... es hora de poner el punto y final. Ese momento de escritor donde ya has escrito EPÍLOGO en el word y te quedas mirando a la palabra con pena, como si ella tuviera la culpa de que tengas que terminar y despedirte de esos personajes. Casi como una cita: te pones música relajante, te preparas algo de comer que te guste... y adelante, a por el último capítulo, donde los personajes se despiden de ti y tú de ellos. Ese momento en el que entra tu madre y te mira raro. O cualquier persona te mira raro. 


E hilado con este momento, llega el último: 

ESE MOMENTO EN EL QUE ECHAS DE MENOS A LOS PERSONAJES... y se te ocurre seguir la historia... 
¡No! ¡Error! ¡Corred insensatos! ¿Cuántas veces nos ha pasado que no queremos terminar la historia? Conseguimos poner ese punto final, pero los personajes siguen estando en tu cabeza, disfrutando de historias... y al final consiguen convencerte y comienzas un nuevo libro donde ellos vuelven a ser los personajes, y todos somos felices porque siguen vivo y tú feliz. Hay que tener en cuenta que esto es como una pareja: te puedes acabar cansando como estés sólo con ella. Así que... ¡Cuidado!


Y vosotros, escritores... ¿Cuales son vuestros momentos incómodos a la hora de escribir? Compártelo con nosotros! 

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